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Autor: machirulo

 
 
 
 

El blues del autobús

  Primeros de Julio 2.0009 De porque hago estas cosas. Ni yo mismo tengo la respuesta. Se supone que un tío de 33 años, de natural atractivo y fornido del gimnasio, no debería recurrir a estas cosas extrañas. Pero allí estaba yo a las once de la mañana, en pleno verano aparcando el coche al lado del puente de la Barqueta, en pos de echar un polvo con un desconocido. Desde el aparcamiento al final de la Avenida Torneo, lugar en el que había quedado con Jesús, me quedaba un buen trecho... En fin, habría que sudar un poquito. Jesús era gaditano, concretamente de Jerez de la Frontera, lo conocí en la sauna de Nervión, echamos un buen polvo y la física dio paso a la química, así que preso de la pasión del momento nos dimos el teléfono para quedar otro día. Cuando me llamó la semana anterior, para quedar la imagen que se me vino a la mente de él fue la de un tío moreno guapetón, anchote y alto... Y muy varonil, lo que más me gustó de él es que era un tío con aspecto de machote. Lo que ya no me hizo mucha gracia fue la hora de la cita, las once de la mañana ...Pero en fin el tío me gustaba, y yo no tengo un no para un buen meneo... Así que allí estaba yo sudando la gota gorda y caminando por una avenida que no se me había hecho tan interminable en la vida. Cuando llegue al lugar de la cita el estaba esperándome, me sorprendió la guisa con la que me le encontré llevaba un uniforme que parecía de conductor de autobús(sólo verlo me puso burro, los uniformes de trabajo me molan taco), me acerqué, nos saludamos con un apretón de manos Jesús, no se si por el uniforme o por que me fallaba la memoria me pareció más alto que lo recordaba, y aunque no era delgado estaba en la frontera aceptable de no parecer gordo; eso si muy robusto. Lo que había olvidado eran unas tímidas canas que se pintaban sobre sus sienes morenas; le daban un aire de madurez que acrecentaban su morbo. -Pisha, tengo un par de horas, vamos al autobús; lo tengo aparcado cerca. Mi cara debió parecer un poema de perplejidad porque el gaditano sin darme a tiempo a replicar me dijo: - No te preocupes, vamos a estar tranquilo y fresquito. He dejado el aire acondicionado puesto. - Pues se agradece hombre, no sabes la calor que he pasado. De camino al autobús me contó que había traído a unos turistas japoneses de Cadiz a Sevilla, a pasar el día pero que hasta las dos no tenía que recogerlos en el centro de la ciudad, me invito a pasar al interior del vehículo. Nada mas entrar me tomo por la cintura, y me metió un muerdo que me dejo sin respiración, nuestros brazos se pasearon apasionadamente por el cuerpo del otro, en pocos minutos el ya no tenía la camisa y yo me habia quedado en boxers, que dejaban relucir ante los ojos del gaditano una empalmadera de campeonato, de su pantalón también asomaba un bulto que decía comeme, pero él l se me adelanto y agachándose ante mi se metió mi polla en su boca de golpe con cierta brutalidad, nunca me la habían comido tan bien. … Se la saco de golpe y agarrándome los glúteos fuertemente hasta rozar el dolor se la volvió a meter con la misma ímpetu, mientras hurgaba con sus dedos en mi agujero como queriéndolo traspasar …. No es que tenga un gran miembro, pero la facilidad con la que Jesús se metía y sacaba mi cipote de su boca, daba muestra de dos cosas: que no era la primera vez que lo hacía y que le gustaba mogollón. Tras unos minutos de frenesí le dije que yo también quería, cuando tuve delante su pollón que sin ser excesivamente gordo, era enorme de largo, intente emular su mamada pero mi garganta sólo admitió la mitad, chupe aquel caramelo lo mejor que pude... a los pocos segundos sentí un liquido pegajoso sobre mi lengua... ¡el cabrón se había corrido sin avisarme y me había tragado una lechada que me pareció interminable! Cuando soltó mi cabeza la cual estaba aplastando sobre su vientre, lo mire enfadado tanto por correrse en mi boca como por haberme dejado a medias. Sin dejarme replicar, se quito el pantalón del todo y me hundió la cara en su trasero , el culo de Jesús era , sin ser enorme, prominente y peludo,muy peludo; hundí mi lengua en la raja de sus glúteos, apartando los pelos tímidamente con las manos, a cada chupetón que arremetía contra el poblado agujero el conductor de autobús gritaba entre gemidos cosas como : Cometelo cabrón, que bien lo haces, me vas a hacer correr...y se corrió esta vez sin darme a tiempo reaccionar sobre mi cara, la cual me limpio el muy mamón a lenguetazos; cuando me quise dar cuenta me estaba besando con el afán de compartir conmigo su lefada. Mi nabo seguía duro como una roca y el conductor de autobús se habia corrido ya dos veces, su larga polla empezó a dar muestra de fatiga y yo temía que me iba a terminar corriendo como Torrente “con unas pajillas” Pero entonces, sin darle tiempo a su falo a que se restableciese, sustrajo ,de una mochila que tenia cerca, un pequeño neceser, del que saco lubricante, profilácticos y un bote sin estrenar de Popper. -Pisha, ponte esto, que me vas a follar- dijo tendiéndome un preservativo- Tenía unas ganas de que llegara el día de hoy enormes, llevo una semana evitando follar con mi mujer, guardando las fuerzas para hoy. Su culo se me antojaba bastante estrecho y poco usado, lo que acrecentó de manera excesiva mi lívido. No es que tenga una gran polla,(resultona y bastante dura) pero es que aquel hoyo se me antojaba poco explorado, cosa que cuando intente meter un dedo constaté, pues fue tarea imposible. Jesús puso hasta arriba de lubricante mi polla cubierta por el preservativo y se embadurno el culo también. Desvirgo el bote de popper y pego dos largas esnifadas... al principio costo un poco pero una vez paso el glande el resto de el pene fue coser y cantar..... Estuve al menos veinte minutos entrando y saliendo de el... Le cogi las manos para que no se masturbara... Me pedía que siguiera, que nunca se lo habían follado también Nos corrimos al unisono... Su corrida volvió a ser inmensa llenando la tapicería de uno de los sillones de viajero sobre el que estábamos subido. Nos besamos apasionadamente durante unos segundos... Jesús miro el reloj de forma preocupada y dijo: -Es temprano, nos da tiempo de otro Y sin darme tiempo a reaccionar, me dio la vuelta, se puso un preservativo, me lubricó bien y dijo: -Ahora te toca a ti Yo me negué, porque por aquel entonces me habían follado muy poco y la verdad es que me dolía bastante cuando me lo hacían (debo de reconocer que tengo un culito bastante estrecho, aunque una vez metido en tarea y si mi amante tiene paciencia para dilatarlo, es bastante tragón) Pero el tal Jesús lo traía planeado todo y como si de un ritual se tratara, me apoyó sobre un sillón del autobús y comenzó a pasear su polla por mi agujero . Con una maestría inusual empezó a abrirse camino a través de mi , hubo un momento en que mi culo se negó a tragar más de esa larga polla, entonces acerco el popper a mi nariz y me hizo que esnifara largamente. El éxtasis se apodero de mi, la polla me entro hasta los huevos, mi cara aplastaba las cortinas de vehículo, que me dejaban entrever de vez en cuando algún peatón que se atrevía a salir con la que estaba “cayendo” ( Hacia muchísima calor) . Ver a esa gente que paseaba ajena a lo que dentro sucedía, me puso mas caliente y permitió que la follada de Jesús fuera aún mas prolongada. Nos corrimos uno sobre el otro, gritando obscenidades.... Jesús volvió a mirar el reloj y dijo: - ¡ Coño que voy a llegar tarde! Se despidió de mi de la manera más fría y escueta que un ser humano se pueda despedir de otro, arrancó el autobús y me dejo allí como se abandonan unos zapatos viejos. Minutos antes había probado las mieles del sexo y el éxtasis habían cabalgado sobre mi cuerpo; había pasado de la sensación suprema que todo ser humano busca a el sentimiento más vacío que se pueda albergar. Dicen que los “blues” sirven para expresar melancolía o tristeza, yo en aquel instante quería cantar un blues...Mi blues del autobús. Bueno, tío, si has llegado hasta aqui... ¡Gracias por leerme!  
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