Haz clic para disfrutar los video relatos
 

Autor: juandos

 
 
 
 

carta a Antonio

  Carta a Antonio. Hola Antonio, me da mucho gusto haberte conocido, y tanto más el saber que tenemos puntos de vista muy similares, y dado que disfrutamos de los relatos, escribo el presente especialmente para ti. Esto sucedió hace ya tiempo. Es una de mis pocas experiencias como pasivo. En el tiempo en que comencé a pensar más en esa forma de tener sexo con hombres. Aquí te presento esta es la historia. A Xavier lo conocí por una página de contactos, fue la primera vez que entraba, fue una casualidad, no acostumbre antes a ese tipo de páginas, cuando estuve en contacto con Xavier, me dijo: Es una suerte haberte encontrado, esta PC es de un amigo y me la facilita, estoy en su cuenta, espero no se dé cuenta que la utilice. Me comento que vivía con Carlos, un hombre mayor que le había brindado hospitalidad, debido a que por ahora no tenía trabajo. Platicamos un buen rato, me escribió parte de lo que a él le agrada, yo correspondí, con mis propias palabras, nuestra plática fue cordial, lo sentí sincero, amable agradable, quedamos de vernos dos días después, en un lugar del centro de la ciudad. Así fue, dos días después nos encontramos en el lugar convenido, y me llevo a conocer su casa, donde me presento a Carlos, un hombre con una recia personalidad, amplio de cuerpo, lo salude, casi no me fije en el. Fue un saludo rápido, sin ningún protocolo, ni una palabra más que las de cortesía. • Xavier, me permites entrar a tu baño? • En el baño están las perras, las metí para poder recibirte en casa, si deseas orinar hazlo aquí, y me proporciono un recipiente de plástico. Me sentí cohibido, pero era tanta mi urgencia que lo hice, cuando se hubo deshecho del liquido, vino a mí, me abrazo, me beso, yo le acaricie entre las piernas, sacándole el pene, y tocándoselo. Nada espectacular, pero aun así me hinque frente a él y se la mame, fue solo un momento, el me levanto y correspondió con la misma caricia. Yo me sentía nervioso, Carlos estaba sentado en la PC en la sala de la casa, y solo nos separaba una pared, decidí dar por terminada la caricia, salimos al patio. • Xavi y Carlos es activo? Le pregunte. • No lo sé, creo que sí lo es. Quieres con él. • No, claro que no, te lo pregunte solo por curiosidad? Al final del comentario pasamos a la sala, platicamos un momento entre los tres, Carlos me pidió un favor, como soy maestro me pidió una información relacionada con mi clase, que quede de enviarle por correo. Nuestra platica fue rápida, pronto me encontré en la calle, pensando lo que había sucedido con Xavier. Que fue algo que no me había agradado del todo. Esa misma noche en mi cuarto recordé lo que había prometido a Carlos, el ya me había enviado un correo • mira JUAN TU CORREO ME LLEGO MUY BIEN ME GUSTARIA QUE INICIARAMOS UNA GRAN AMISTAD EN TODOS ASPECTOS. ESPERO QUE NOS MANTENGAMOS EN CONTACTO DIARIO POR ESTE MEDIO O POR MSN. TE MANDO UN ABRAZO CARLOS CORDOBA Entonces fue que decidí contactarlo por Messenger tuvimos una plática informal, muy corta, y quedé muy formal de llevarle al día siguiente la información que me había solicitado. Lo recuerdo bien, era un lunes, me encontraba en mi clase de la tarde cuando recibí un mensaje, • Juanito, me está urgiendo la información que te pedí, podría enviarla, o traerla a casa? • Y le conteste, en una hora estoy en tu casa. Al llegar a casa, el propio Carlos me abrió la puerta. • Carlos que gusto verte, y Xavier? • No se encuentra en casa. Fue a casa de su hermana. • Te traje lo que me pediste, • Si Juanito me urge la información. Siéntate, te invito un café o que te parece un tequila. • Perfecto le dije, un tequila, estoy algo cansado. Me senté sobre un sillón que tiene en la sala, frente a su escritorio donde él estaba atendiendo una comunicación por internet. Pronto se desocupo, platicamos dos o tres cosas, se notaba que tenia apuración por terminar la conversación, al menos ese es mi sentir. • Se te ofrece algo Juanito. • No Carlos, nada, en realidad solo vine a dejarte el encargo. Continúe sentado frente a él, Carlos con las piernas abiertas, mostrando la prominencia bajo su pantalón, me miro a la cara para volverme a preguntar. • Se te ofrece algo Juanito? Permanecí en silencio. No atinaba que decirle, Se levando de su asiento, se aproximó a mí. Me tomo por los hombros y me levanto de mi asiento. • Se te ofrece algo Juanito. Fue entonces que tomo mi cinturón para empezar a aflojarlo, lo mismo hizo con su cinturón, pronto, los pantalones de los dos estaban abajo. Tomo mi pene y lo junto al de él como masturbando las dos vergas a la vez. Sentí su boca pegarse a la mía, sentí su cuerpo, un hombre fuerte, seguro de lo que hacía, seguro de lo que deseaba. Me acerco a su cuerpo, me volteo para quedar yo de espaldas a él, me beso el cuello, me mordió una oreja, mi cuerpo se estremeció sentí su virilidad entre mis nalgas. • No, espera, aun no, y sin condón no, • No chiquito, solo estoy jugando, no te preocupes Desde esa posición me acaricio mis hombros, mi pecho, me lamio mi cuello, sentí sus manos recorrer mis nalgas, y mi ano. Metió uno de sus dedos en mi boca para que se lo chupara y lubricarme ahí precisamente, sentí como introdujo su dedo dentro de mí. Uuuffff, sentí rico, yo me relaje, para recibirlo. • Juanito, vas a permitir meter mi pene en este agujerito. Te deseo coger Juanito. Me beso el cuello, acaricio mis nalgas, con sus rudas manos me las apretó con una fuerte caricia. Me sentó sobre el sillón el quedo parado frente a mí, su pene apuntando a mi cara. Un pene vigoroso, no largo, pero si un poco grueso. Su cabeza estaba casi escondida por el prepucio. • ¿La quieres Juanito? Anda, tócala, es para ti, para que la disfrutes. No conteste, solo la toque, descubrí su grande, su cabeza brillosa, le estampe un beso, con mi lengua recorrí todo su glande y comencé a lamerlo a todo lo largo, se abrió de piernas como invitándome a que siguiera entre ellas, en sus testículos, en sus huevos. Y lo hice, pase mis manos para acariciarlos, para sentirlos. Y continué con un rico beso, una lamida, para después chuparlos uno y luego el otro. • Si Juanito, así, bésalos, acarícialos, disfrútalos. No conteste, en lugar de eso me separe para ver la verga bien parada, darle un beso y una lamida para después abrir mi boca recibirla, saboreando su glande, con pequeñas mordidas, y la fui introduciendo hasta que la sentí dentro de mi garganta, sentí náuseas, por la introducción, me Salí un poco y volví a mamarla, y a introducirla hasta adentro. Una y otra vez, luego la sacaba para pasarle la lengua por el tronco, para mamarla una y otra vez. • Anda voltéate, ponte sobre el sillón, • Si Carlos, pero ponte preservativo. • Sin condón se siente más rico, pero si tu deseas lo usamos. Yo mismo tome un preservativo, y se lo coloque, estaba tan nervioso que estaba teniendo problemas, pero al final pude colocárselo. La situación era un poco comprometida, Carlos estaba solo, pero en cualquier momento podría regresar Xavier. Carlos me invito a colocarme de espaldas a él, para ese momento me había quitado el pantalón y mi trusa, él parado, sobándose la verga, preparándola para introducirla, una vez más toco mis nalgas, acarició mi anito, metió uno, después dos dedos, uuufffff, un poco rudo, me relaje, para permitir una introducción más suave. Después se acerco a mí, puso su pene entre mis nalgas, pasándolo entre ellas, restregándolo. • Que rico estas Juanito, voy a penetrarte. • Si Carlos, hazlo, penétrame, cógeme. Ufffffff, sentí su pene bien parado, haciendo presión contra mi ano, me relaje, por fin sentí como me la metía, poco a poco, más y más, ahí, lo sentí dentro de mí, tomándome de las caderas comenzó a moverse, una y otra vez, • Chiquito, que estrecho estas, que rico que sabroso. • Si, Carlos cógeme, te siento dentro de mí, penétrame. Lo hacía con fuerza, tomando mis caderas con sus manos, presionando, metiéndose hasta el fondo, permanecía así, para después continuar moviéndose, uuuuufffff, me sentía bien sabroso, bien rico, tanto tiempo sin nada. Me sentí bien, al fin tenía alguien dentro de mí, después de tanto tiempo. • Bájate Juanito, estoy un poco incomodo, La posición era efectivamente incomodo, el de baja estatura, yo puesto de rodillas sobre el sillón, el pudo penetrarme, y moverse, me la metía con fuerza, me sentía bien penetrado, Bien cogido, Por fin se salió, se quito el condón, ahora yo estaba sentado, el frente a mí, con su verga bien parada, me la puso en los labios, abrí mi boca y la recibí, chupe su cabeza, lamí el tronco, chupe los huevos, y me la comí toda, una y otra vez, ahogándome cuando estaba en mi garganta, ahora, chupando solo la cabeza, recorría el prepucio con mis labios para cubrirle el pene. Para después descubrírselo con mi misma lengua. Su gorda verga penetraba mi boca, cogió mi cabeza para permitirse la libertad de cogerme por la boca, una y otra vez me la metía y una y otra vez me la sacaba. No supe cuando fue más rudo, si cuando me penetro por mi recto, o ahora que lo hacía por mi boca, se estaba portando como todo un macho, le importaba su satisfacción. Por fin me di cuenta como se tenso su cuerpo, y sentí como descargaba su semen en mi boca, no pude zafarme la fuerza de sus manos me detuvo en esa posición hasta que descargo todo su semen, por fin se salió de mi boca, tome el pañuelo del bolsillo de mi pantalón y escupí, todo el semen en él. • Qué rica cogida te di Juanito y espero que no sea la última. • Si Carlos, yo también lo espero, le conteste, mas por no ser descortés que por convencimiento Me vestí apuradamente, estaba intranquilo por la posible llegada de Xavier, al fin y al cabo Xavier era mi amigo, Carlos solo un conocido. Más bien un desconocido, al cual en un momento de debilidad había aceptado tenerlo dentro de mí. Apuradamente le agradecí su atención, me despedí, me abrazo, puso un beso en mis labios. Me propino una nalgada, y me dijo • Cuídate Juanito, me agrado mucho tu disponibilidad, quiero que no sea la última vez. • Claro Carlos, me dio mucho gusto haber disfrutado. Espero verte pronto nuevamente • Nos vemos en internet para ponernos de acuerdo. • Está bien Carlos, por allá nos comunicamos. Antonio, esta fue la primera vez que estuve con Carlos, estoy significó para mí una experiencia distinta, anteriormente me había significado como activo, salvo mis experiencias con el adulto que me inicio en el sexo. Y dos o tres experiencias que tuve después en mi juventud. Ahora ya como adulto, sabedor de lo que hacía, y consciente de esta forma de amor, ( si se le puede llamar de algún modo). Suelo ser leal a los amigos, y con respecto de Xavier no lo estaba siendo ahora, algo tenía Carlos que me indujo a faltar a Xavier. Salí de su casa, un tanto frustrado, quizá fue la prisa con la que llegamos a hacerlo. Sentía un poco de pena por Xavier, al fin y al cabo el era mi amigo, y no Carlos. Salí de la casa prometiéndome no regresar nuevamente en una nueva experiencia con Carlos, le mandaría un mensaje por internet aclarando la situación. Y nunca más volvería a repetir con él Continué comunicándome con Xavier, el expresándome sus sentimientos hacia mí. Yo contestaba a lo que me decía, sin estar convencido. Pero …. Carlos me enviaba recados a mi correo. • ESTIMADO JUAN BUENOS DIAS AMIGO, MIRA ME GUSTO MUCHO HACERTE EL AMOR, PERO QUIERO HACERLO COMO LO MERECES, HACERTE GOZAR COMO NUNCA. EN LA CAMA, RELAJADOS, SIN LA PREOCUPACION DE QUE NOS SORPRENDA JAVIER. NO SE TE OLVIDE MI PAQUETE DE CIGARROS, Y SI PUEDES, PONLE SALDO A MI CELULAR. • OJALA Y JAVIER ACEPTE QUE PODAMOS SER AMIGOS LOS 3, Y ESTAR JUNTOS AMANDONOS PRIMERO YO Y DESPUES EL, SERIA SENSACIONAL. TE MANDO MUCHOS BESOS CARLOS. No contestaba a sus mensajes. El insistía, yo permanecía mudo a sus mensajes, aún recordaba la tremenda e incómoda cogida que había tenido con él. Una semana después me sorprendió en msn, y me dijo. • No sé que mal viste en nuestra experiencia, acaso no te agrado. Yo le aclare. • Mira Carlos, para ser sincero, me agrado, y mucho, pero, Xavier es mi amigo, y me gusta ser derecho. • Nadie te pide lo contrario, podemos vernos el sábado, Xavier va a ir a casa de su hermana y podemos aprovechar. • No lo sé Carlos, no estoy seguro. • Anímate, te va a gustar, ahora va ser con toda tranquilidad, en la comodidad de la cama. Voy a hacerte gozar de placer. Ser tu señor. De alguna manera me convenció, dije si a su propuesta. Y llego el día, nervioso llegue a su casa, estaba en un pantalón informal, y una camisa abierta. Al cerrar la puerta me recibió con un abrazo y un beso, un beso húmedo abriendo la boca, penetrándome con su lengua, sus manos acariciaron mis nalgas, yo vestía ese día con un pantalón ajustado y una camisa suelta sin camiseta. • Sabroso. estás rico. Me llevo a una mesa que tiene en un lugar abierto, me ofreció una copa de un rico tequila. Fue un momento corto. Me tomo de las manos, nos abrazamos nuevamente. • ¿Pasamos a la recamara? No espero respuesta, tomados de la mano nos fuimos a su recamara. Me abrazo me beso, mi camisa salió por un lado, la de él tuvo el mismo destino, me tomo por la espalda, dejo que sus manos cayeran hasta mis nalgas, metió la mano entre ellas, acarició mi ano sobre el pantalón, con la otra me abrió el pantalón, este cayo, el a su vez se quito el suyo. Me senté al borde de la cama, el parado frente a mi me ofreció su gordo pene, su prepucio cubría parte del glande, Abrí mi boca, con la lengua toque el pequeño agujero de su pene, lo lamí, me seguí con el tronco y termine en sus testículos • Si, así Juanito, bien sabes cómo, me encanta como me lo acaricias, así, sigue así, no pares. Apenas escuchaba sus palabras, en cierta forma estaba disgustado por la forma como me había tratado la ocasión anterior. Abrí mi boca y recibí su cabeza, apreté los labios para descubrir su glande, la sentí lisa, pensé en el aspecto brillante que tenía. Lo chupe, se la succione, me lo quería comer, le di pequeñas mordidas, tratando de apretárselo, era un sentimiento de enojo, eso pienso, el se acostó sobre la cama, tendido boca arriba, completamente desnudo, con las piernas abiertas, y con el pene bien parado, irguiéndose hacia arriba. • Anda Juanito comete tu paleta, chúpala, es toda tuya. Me metí entre sus piernas, tome su herramienta y comencé a besarla, le di unas buenas mamadas, pero cambie de posición, me monte sobre él, sobre su cuerpo Estaba dispuesto a llevar la iniciativa, con mi mano me acomode su pene entre las nalgas. Tratando de penetrarme yo mismo, pero Carlos no coopero, en lugar de eso, me atrajo hacia si, y comenzó a besarme en forma muy intensa, metiendo su lengua en mi boca, hurgando entre la mía, me acarició las nalgas al principio cariñosamente, poniendo un dedo entre mis nalgas buscando mi hoyito. En ese momento me sentía excitado, perdí la noción del tiempo, sentí nuevamente la necesidad de que el tomara la parte activa, que fuera él quien me condujera al paroxismo. Nuevamente estaba yo entre sus deseos y los míos, me deje llevar por su pasión desbordada. Metió uno, dos, tres dedos en mi boca, humedeciéndolos con mi propia saliva, para después llevarlos y colocar su mano entre mis nalgas, sentí uno de sus dedos hurgan en mi ano, después uno más, para llegar a introducir los tres, mi esfínter se relajo, para permitir la introducción • Juanito quiero cogerte, quiero penetrar este sabroso agujerito que tienes, pero antes de hacerlo quiero que te continúes comiendo mi caramelo, anda Juanito, pégate a tu vicio. Abierto de piernas como estaba me metí entre ellas, hincado frente a su verga. Le di de besos, de lamidas, en la cabeza, en el tronco. Antonio. En este punto quiero hacer una Reflexión. He querido explicarme desde siempre, cual es la razón que le lleva a un hombre como yo que tenga ese tipo de gusto por un hombre? Por el deseo de tocar un pene, por besarlo, por mamarlo Y te aclaro, no es que tenga remordimiento después de hacerlo, trato de separar este gusto que tengo, de mis otras actividades. Continuando con mí relato. Me la metí en la boca, toda, todo lo que pude. Por si mismo Carlos se movía, introduciéndomela, Aunque me ahogaba, de verdad estaba disfrutando. Me sentía muy bien con esa forma de él. En el momento desapareció el sentimiento que tenía en contra de Carlos. De vez en cuando debía retirarme pues me ahogaba y sentía la necesidad de aclarar la garganta, para ese momento la verga de Carlos estaba bien erecta, • Juanito, ahora sí, quiero penetrarte. Voy a cogerte como nadie lo ha hecho. • Si Carlos, cógeme, penétrame, quiero sentirte dentro de mi ser. El mismo me acomodo, boca arriba, me beso en el cuello, paso su lengua por mis orejas, volteo mi cara para besarme en la boca, fue un beso profundo, su lengua penetro dentro de mi boca, me chupaba mis labios, sentí sus manos en mis nalgas, en mis piernas. Fue un momento sumamente excitante para los dos. Ahora fui yo quien lo inquirió para que me penetrara • Ya Carlos, ya, por favor, penétrame, cógeme, • Espera Juanito, disfruta el momento, te prometí un momento delicioso y lo vas a sentir. Continuó con su caricia. Sus manos recorriendo mi cuerpo, me volteo quedando boca abajo, luego dejo caer todo su cuerpo sobre el mío, sentí su pene entre mis nalgas, jugueteando, frotándolo en mi ano. Estaba deseando la introducción, la necesitaba, el solo jugaba. Fue entonces que sentí una presión sobre mi ano. Y la franca penetración. Su erecta y gorda verga entraba lentamente en mi, me llenaba, me tenía para él, sus manos y me poseía con fuerza. • Despacio Carlos, despacio. • Es que así siento muy rico, aguanta, solo es un momento Pero ese momento no terminaba, continuaba una y otra vez penetrando con fuerza, acariciándome las nalgas con sus grandes manos, en cierto momento, la saco dejando solo la cabeza dentro de mí y con un movimiento rápido me penetro con mucha fuerza, lo sentí profundamente, ahí permaneció un rato hasta que se salió, Para luego sacármela, se quito el condón y me dijo, ahora con tu boca. • Mámala, Juanito, es toda tuya, disfruta de tu gusto. Ya te imaginaras como la tenía, bien parada, bien gorda, acostado boca arriba, con el mástil erecto, masturbándose, yo de rodillas frente a él embobado por lo que hacía, lo ayude a masturbarse con mi mano, acariciando toda su verga, acariciando sus testículos. • Anda cariño, chúpala, con tu boca hazme venir. • Si Carlos, si. Hincado, entre sus piernas, me agache, y bese sus muslos, tomo mi cabeza para que no me separara, • Abre la boca y mámala Lo hice, comencé a mamarlo en una forma desesperada, golosamente, con deseo, con gusto, me tomo por la cabeza y guio mis movimientos, forzándome a una introducción completa o casi completa de todo su pene en mi boca. Una y otra vez entraba y salía, de forma similar a como sucedió cuando me penetro por atrás. Ahora al tiempo no tengo una explicación de porqué permita que ese hombre me tratara de esa manera, porque permití todas sus acciones. Analizando sus acciones y me entrega, creo que la euforia a esa edad estaba propiciada por el deseo de descubrir los excesos del sexo. Después de eso, y sin mediar palabra me puso boca arriba, se metió entre mis piernas, poniéndolas sobre sus hombros, abrió mis nalgas, apunto su verga en mi ano y me penetro, uuuuuuufffff solo fue diferente por la posición, pero la penetración fue igual de ruda y profunda como en la primera vez. • Estas estrecha mi putita, más estrecha que nadie. En ese punto volvió a cambiar de posición, me llevo a la orilla de la cama, parado detrás de mí, acariciando mis nalgas, me las beso, se pego a mi cuerpo sentí su pene resbalarse en mis nalgas, me propino una nalgada, luego otra y otra, cada vez con mayor fuerza. Pego su cuerpo al mío, froto su verga entre mis nalgas, ayudado con sus manos las abrió, dirigió su pene a la entrada, y comenzó a introducirlo lentamente, No lo sé, pero pienso que su intensión era la de satisfacerme de otra manera, en este punto se volvió más amable, sus palabras denotaban que deseo contenido mucho tiempo En este momento se puso rígido, me tomo con fuerza de las nalgas, me penetro hasta el fondo, y eyaculo. Ahí permaneció un momento, aun moviéndose dentro de mí, hasta que se tiro sobre la cama boca arriba, • Que rico Juanito, como te disfrute, que sabroso resulto todo esto. Ven acuéstate a mi lado. No lo niego, para mí también había resultado muy rico y muy sabroso, como Carlos lo había expresado. Me acosté a su lado, sentí una delicada por cada parte de mi cuerpo Su pene estaba ahora flácido. Nos besamos, y descansamos. Juanito, invítame un tequila. Me levante hasta donde tenía una botella, tome dos copas, y sentados sobre el borde de la cama lo disfrutamos. Esta es mi aventura con Carlos, una experiencia extraña para mi, por la forma como se dio. Pero al fin y al cabo mi aventura. Antonio, este relato lo escribí exclusivamente para ti, espero me des tu opinión, sucedió hace muchos años, ahora al tiempo de recordar lo que sucedió con Carlos me doy cuenta que le facilite lo que deseaba, no puse objeción en ningún requerimiento. Pasaron las cosas tan rápidamente, quizá en ese momento estaba necesitado de algo así. No lo sé podría poner una y mil pretextos para justificar mi falta de carácter en aquel momento. Pero sucedió. Gracias y saludos. si deseas hacer un comentario por favor a mi dirección electrónica juanful@hotmail.com  
Leer comentarios sobre este relato
Hacer comentario sobre este relato