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Autor: edwin

 
 
 
 

Un amigo muy especial

  Mi nombre es Edwin soy de Puerto Rico y les contare sobre la primera vez que tuve sexo con un hombre. Desde muy pequeño me di cuenta de que me atraían los hombres. Cuando tenía 13 años allá por el año 2000 yo vivía con mi papá, ya que mis padres estaban divorciados. Un día del mes de enero llegó a la casa un amigo de mi papa, a pedirle que le dejara quedar unos días en nuestra casa porque se iba a divorciar y su esposa lo había echado de su casa. A mi papá le dio un poco de lastima y a pesar de que no lo le gusto mucho la idea, por solidaridad le dijo que podía quedarse con nosotros, a fin de cuentas íbamos hacer solo hombres y la dinámica de la casa no cambiaria tanto. La verdad es que para mi papá no cambiaría nada, él se va muy temprano a trabajar regresa sobre las 5 pm se encierra a dormir y de nada se entera. Para mi sí que las cosas cambiarían porque la casa solo tenía 2 habitaciones y Héctor que así se llama el amigo de mi papá y que tenia los mejores 41 años por lo bien conservado que estaba compartiría cuarto conmigo. Héctor llegó a invadir completamente mi espacio le toco dormir en el suelo de mi cuarto en un colchón pero sus cosas estaban por todas parte de mi habitación y mi baño, yo la verdad estaba bastante molesto en un principio. Lo único bueno que tenia la situación es que podía deleitarme con el espectacular cuerpo de Héctor de 6’2” de estatura todo marcado de ojos verdes, nariz perfilada, piel blanca y con el tremendo paquete que se gastaba. Claro, que lo miraba sin que él se diera cuenta o al menos eso yo pensaba. Yo aprovechaba cualquier oportunidad, entraba al baño cuando estaba en la ducha a buscar cualquier cosa que se me ocurría, procuraba estar siempre que se cambiaba de ropa y en las noches cuando dormía admiraba su cuerpo. Héctor se convirtió en la victima de mis constantes pajas mientas el dormía. Con el pasar de los días fuimos entrando en confianza y Héctor en forma de aportar con las tareas de la casa comenzó a sustituir a mi papa en tareas como llevarme a la escuela, al cine, etc. En última yo pasaba bastante tiempo con él. Una noche cuando ya había pasado un mes desde su llegada a la casa Héctor llegó algo borracho eran como las 9 de la noche de un sábado y mi papa no estaba. Yo me encontraba en un calzoncillo tipo speedo viendo la tele cuando entró en la habitación, me vio y en forma de broma me dijo oye Edwincito que bueno estas y comenzó a reírse yo lo tome como una broma y también reí. De inmediato comenzó a desvestirse para darse una ducha y yo con el rabo del ojo fingiendo ver la tele lo miraba mientas se desvestía. Esa fue la primera vez que vi su cuerpo totalmente desnudo sin la cortina del baño que lo cubriera ni el speedo con el que solía dormir. Lamentablemente solo le vi de espaldas porque se cubrió con la toalla, se le veía tremendo culo redondo como para agarrar sus nalgas y una espalda ancha y con preciosas pecas. Ese fue el primer pensamiento que me vino a la mente al verlo, tuve una erección de inmediato y me cubrí con la sabana para que él no lo notara. Héctor se dirigió al baño y yo pensando en que no podía desperdiciar la oportunidad de verle desnudo y apreciar su pene me dirigí casi detrás de él al baño. Eso fue un acto instintivo que no pensé que sería demasiado obvio que entré solo para verlo desnudo. Al abrir la puerta ahí estaba él quitándose la toalla él volteo y ahí lo tenía completamente desnudo con un pene de unos 7” dormido, mi vista no pudo evitar irse directamente a su pene, casi se me salen las babas y él al verme reaccionó y en tono de broma me dijo que ¿vienes bañarme? no te preocupes que la borrachera no es tanta y se rió. Sus palabras me habían hecho dar cuenta de mi terrible error y me aterroricé pensando en que él se hubiese dado cuenta de mis preferencias y se lo dijera a mi papá. Me sentí tan avergonzado que salí del baño cerré la puerta y me fui al cuarto de mi papá a ver la tele, no quería verlo el resto de la noche. Al rato lo oí en la cocina, tal vez buscando que comer, el tiempo siguió pasando y se hizo un poco tarde y sabía que mi papá estaba por llegar por lo que decidí irme a mi habitación, a fin de cuentas ya Héctor debía estar dormido. Para mi sorpresa al entrar en la habitación él seguía despierto y estaba acostado en mi cama. Al verme entrar me dijo: Edwincito siento estar en tu cama pero es que el colchón del piso me tiene la espalda adolorida. Yo le dije que no había problema pero que ya me iba a dormir porque era tarde. Para este entonces noté que ya se le había pasado la borrachera por completo y como no dijo nada de lo ocurrido horas antes me sentí tranquilo. El hizo como para levantarse de la cama y entonces me dijo: ¿Crees que puedo dormir contigo hoy? es que la espalda de verdad me duele. Eso si era algo que no me esperaba. Mi cama no era muy grande era tamaño full size, pero igual cabíamos cómodos, así que le dije que sí. Héctor y yo nos acomodamos en la cama él en el lado derecho y yo en el izquierdo. La cama quedaba pegada a la pared del lado izquierdo de alguna forma yo quede aprisionado en la cama. Héctor apagó la luz y se acostó bajo la sabana que compartíamos. Paso un rato y Héctor comenta: el aire acondicionado está muy frio estoy congelado. Yo permanecí en silencio haciéndome el dormido y el pregunto: ¿Edwin te dormiste? Entonces respondí no, no estoy dormido te escuche y volví a quedar en silencio. Fue cuando él hizo algo que no me esperada. Echó sus piernas por encima de las mías y sus pies tocaron los míos y me dice: ves, tengo los pies congelados así tú me los calientas. Yo estaba de espaldas a él, Héctor se me había pegado por la espalda y me había echado las piernas, yo me encontraba totalmente pegado a su cuerpo. Estábamos enredados entre nuestras piernas y eso me éxito muchísimo. Me puse totalmente nervioso el corazón me palpitaba como a un millón de veces por segundo. No hice nada solo me quede inmóvil y en silencio pasó un rato y el comenzó a sobarme el pelo, yo seguía sin hacer nada fingiendo que dormía pero deseando que pasara mas. Sigue pasando el tiempo y nada mas pasaba entonces la posición en la que estábamos se torno un poco incomoda para mí y me voltee boca arriba quedando acostado sobre su brazo y el casi echado sobre mí. Mi rodilla quedo a la altura de su pene y fue cuando note la tremenda erección que tenia Héctor. En ese mismo instante me di cuenta que ambos estábamos deseando mas así que se me fueron todos los nervios y comencé a poner un poco mas de mi parte. Comencé a rosarle el pene un poco mas con mi rodilla él lo notó de inmediato y comenzó a acariciarme. Empezó por la cabeza de ahí a mi pecho de mi pecho a mis piernas y ahí a mis nalgas y entonces me voltee y fue cuando quedamos frente a frente. Yo decidí abrir los ojos y ahí lo tenía con sus ojos abiertos mirándome con unos ojos que decían que quería comerme todo. Nos mantuvimos así un rato hasta que el acerco su boca a la mía y nos fundimos en un profundo beso yo lo hacía con un poco de torpeza porque era la primera vez que daba un beso como ese, entonces él me susurró despacio que así lo disfrutaras mas. Sus palabras hicieron que me entregara por completo por alguna razón sentí un sensación de seguridad en sus brazos. Los besos y caricias continuaron hasta que yo me trepe encima del y comencé a besarlo con mucha pasión primero el cuello, luego fui bajando hasta su pecho y volví a subir hasta su boca. (la verdad no sé que me pasaba era la primera vez que tenía relaciones sexuales en mi vida y actuaba de una forma que parecía tener un máster en el sexo, tal vez se debía a las películas y escenas de sexo que veía en la tele) En ese momento el cambio de posición quedando el encima de mí y comenzó a besarme hasta llegar a mis pezones y ahí entre en un éxtasi, yo no podía parar de gemir era una sensación que nunca antes había conocido sus besos me desesperaban yo quería mas. Entonces se dirigió hasta mi culo y ahí comenzó a darme tremenda mamada metía y sacaba su lengua y así continuo un par de minutos. Luego, se detuvo y me pregunto: ¿es tu primera vez? Yo le respondí que si entonces me dijo: hace tiempo que me di cuenta como me miras me tienes loco desde que llegué a esta casa pero lo que hiciste hoy del baño me comprobó mis sospechas. Todo esto lo decía en un tono bastante agitado como si la respiración le faltara y entre palabra me besaba por todo el cuerpo. Luego me dijo: hoy vas a conocer lo que es que un macho te haga gozar. Fue cuando se acostó boca arriba en la cama y dirigió mi cabeza hasta su pene. Yo le quite el speedo y comencé a masturbarlo pero él no quería que lo masturbara y me dijo: vamos papi chúpalo que me tienes loco sus palabras me excitaban mucho. Comencé a chupar su pene con timidez, primero el glande y metía mi lengua entre el orificio del glande y eso le volvía loco y de repente con un empujón en mi cabeza y acompañado por un movimiento de caderas Héctor metió hasta el fondo de mi garganta su gran pene de unas 10”de largo. Yo no podía respirar y Héctor gemía como un loco mientras seguía un intenso mete y saca de mi boca. De repente sentí que su cuerpo se iba contrayendo y sacó por completo su pene de mi boca y con toda su fuerza lo volvía a meter hasta el fondo de mi garganta y un grito ahogado en la almohada salió de el. Mientas inundaba mi garganta con su semen, que no me dio tiempo a probar porque paso directamente a mi tráquea. El callo tendido y yo me fui de inmediato a la cocina por agua sentía una sensación espesa en mi garganta por el semen, mi padre aún no llegaba a pesar de que era tarde. Al regresar la habitación Héctor se estaba limpiando el pene con la toalla, había encendido la luz y ahora nos veíamos cara a cara ambos completamente sonrojados por la excitación y el manoseo. Entonces me tomó por un brazo y comenzó a besarme otra vez. Yo pensaba que todo había terminado pero no era así. Entonces el me dijo: hoy vas hacer mío completito, ya te lo dije vas a saber lo que es un macho. Ahora ahí con la luz encendida todo se veía, el se puso sobre mi me abrió las piernas volvió a besarme y colocó mi pierna izquierda sobre su hombro y volvió a besarme la boca y el cuello, yo, ya sentía su glande sobre la entrada de mi culo. Eso me puso muy nervioso y él lo notó pero yo estaba aprisionado por ese hombre no tenia escapatoria. Héctor cogió un poco de body lotion de un frasco que estaba sobre mi mesa de noche y se lo untó en su pene y en mi culo. Se acerco a mi oído y me dijo: ahora te vas a convertir en mi nenita. Y de un solo golpe metió su pene en mi culo. Las lágrimas del dolor no tardaron en salir acompañadas por un grito que el ahogo con su mano en mi boca. Héctor se quedo un rato sin moverse y comenzó a besarme de nuevo. Sus besos me distraían un poco del dolor y poco a poco comenzó a moverse. Pero el dolor nunca desapareció solo disminuyo y cuando sus embestidas se tornaron fuertes el dolor era irresistible. Aún así lo aguante hasta que el dolor se torno en una sensación placentera y comenzó a gustarme lo que él me estaba haciendo. Poco a poco me fui relajando más y más sobre todo cuando me puso a cuatro patas. Esa posición fue más cómoda para mí. Luego de un rato de mete y saca y de cometarios que me ponían a mil como: eres mi nenita chula, tu culo va a ser mío siempre y te lo voy a meter cuando yo quiera. Con un gemido depositó todo su semen dentro de mí. Callo exhausto encima de mí y me beso fuertemente sin salirse de adentro. Luego, nos fuimos a bañarnos juntos ahí seguimos besándonos y acariciándonos y él me masturbo hasta que me vine en su mano y luego nos fuimos a dormir, ya eran casi las 4 de la madrugada y al acostarnos escuchamos llegar a mi papá. Desde ese día por el resto de los 3 meses más que vivo Héctor en mi casa teníamos sexo todos los días, él no volvió a dormir en el colcho aunque no lo sacamos del cuarto para disimular. Héctor era muy bueno y cariñoso conmigo, cuando estábamos solos no me trataba como a cualquiera sino como a un novio era como si tuviéramos una relación, creo que me enamore de él. Yo, ya tengo 23 años sali del armario a los 18 al entrar en la universidad, no fue fácil pero la familia lo aceptó. Sobre Héctor sigue estando tan bueno como siempre conserva la amistad con mi papá y suelo verlo en las reuniones familiares de la navidad. El se volvió a casar y nunca más hemos tenido sexo aunque cuando nos vemos nuestras miradas se buscan constantemente. Sobre todo él, me mira como pidiéndome que volvamos a tener relaciones. Nunca ha pasado más por mi, porque su esposa me cae tan bien que me sentiría bastante mal de engañarla por eso evito quedarme a solas con él para que ni lo mencione. Otro día les contaré de otras experiencias con Héctor y con otros. Debo aclarar que es una historia 100% real solo he alterado los nombres de los personajes.  
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